La piel seca se destaca visiblemente por la falta de humedad. La sequedad en la piel es un síntoma muy común, especialmente en las personas a partir de los cincuenta años. Este problema se presenta con mayor frecuencia en el invierno cuando el contraste de temperaturas puede provocar baja humedad.

CAUSAS DE LA PIEL MUY SECA

El uso de calentadores o aires aumenta la probabilidad de que se presente sequedad en cualquier parte del cuerpo, aunque normalmente no tengamos la piel seca. El uso de algunos jabones, también pueden contribuir a secar y apagar nuestra piel.
Cuando este aspecto aparece en el rostro, se manifiesta en una piel apagada y con falta de elasticidad. ¿Los síntomas de una piel muy seca y deshidratada? Una piel áspera, agrietada, con zonas escamadas y, sobre todo, muy irritada.
Cada día la piel sufre múltiples agresiones: los rayos UV, el estrés, los constantes cambios atmosféricos, la contaminación... Todos estos factores son los responsables de provocar el envejecimiento prematuro de la piel, apagar el tono y fragilizar la barrera cutánea, favoreciendo así la deshidratación.